Aquí, de reflexiones domingueras.
Corren los últimos días del Concurso de Amazon para autores Indies o auto publicados de este 2017 y vaya si ha sido movidito. Con total claridad (bueno, la que soy capaz, que tampoco es tanta) estoy participando con mi novela Crueles cadenas (la tengo que vender) pero a pesar de ello no dejan de sorprenderme varias cosas.
En principio, comparando la cantidad de novelas que se han presentado con relación a años anteriores, el descenso. ¿Será descrédito, desinterés o falta de estímulos? No tengo idea, cuando decidí incorporarme tenía la certeza que competiría con más de 1500 obras pero no fue así.
¿Ha hecho esto la cancha más sencilla? Para nada, el barro parece haber cubierto una parte del mismo. Una porción, la que tal vez es más visible en las redes y encuentra mayor coro y difusión. No es raro; mucha gente desde la indignación, por la rabia de verse blanco de algún complot o de faltas de respeto se hace eco de uno u otro lado de los ofendidos. En fin, eso no ha llegado tanto por acá.
No porque seamos más maduros o menos niños, qué tenemos de todo. Creo que porque el mercado está tan desperdigado entre sudamericanas, centroamericanas, etc. que más que a pelearnos tendemos a no conocernos o ayudarnos. Mi experiencia ha sido positiva, de colaboración; entiendo que en muchos casos no sea así. También veo que las ventas están disputadísimas en España y son muchas participantes. Las americanas colamos poco en ese mercado, por cierto.
Y mientras las luchas y codazos continúan, amén de la difusión conjunta o la cooperación, Amazon se frota las manos aprovechando a realizar cambios que pasan desapercibidos o al menos sin tanto grito. Por ahí han modificado el sistema de control de páginas leídas, toma poco interés visible sobre quienes piratean o trollean, cambia el sistema del ranking y nos deja a las románticas sin sub categorías.
Para algunos puede parecer una niñería o una pataleta, pero estar "en vidriera" ayudaba a posicionarse y vender. Ahora la categoría Romance es un confuso escenario donde se dan lucha novelas que con orgullo anuncian su pertenencia al género, otras que son raras de encontrar allí (como las de suspenso que jamás se han promocionado como románticas y no tienen mucho de eso). Aclaro: soy consciente que en toda historia está por algún lado el amor: a sí mismo, filial, paternal, de pareja, pero espero me entiendan lo que quiero decir. Pululan además las historias de millonarios sementales que tienen hijos de a tres o cuatro, queriendo o sin querer. ¿Alguna vez se han dado una vuelta por el ranking de Amazon.com en Romance? Iros, incrédulos.
A río revuelto, ganancia de pescador. Amazon ganará y eso no lo cambia nadie. Y nosotros seguiremos de quejas y alegrías y siempre apuntados a la pluma.
¿Les dije que mi novela Crueles cadenas participa? Ah, ya, estoy fatal de la memoria. En otra entrada están los primeros capítulos si desean saber de qué va. ¿Qué estoy resultando muy evidente? Sí, la sutileza no es lo mío, me lo han comentado.