sábado, 26 de marzo de 2016

Las escenas de sexo...

Confieso que una de mis debilidades a la hora de escribir es relatar las escenas que involucran lo sexual, no tanto por pudor sino por temor a ser chabacana.  A veces noto que esta cortedad me impide dar un adecuado marco a lo que debe ser una de las partes importantes de una novela romántica. Incluso si no es erótica, por el simple hecho de que forma parte de nuestra vida diaria y es el vínculo físico más fuerte entre los seres, sea concreción o no del amor.
Me debato entre lo que es conveniente decir, el cómo mostrar o sugerir... y a veces le falta cuerpo y vida al relato.
He buceado en algunas páginas y me ha permitido mejorar (creo yo) la forma en que me acerco al tema.
He considerado y acuerdo con lo siguiente:

  • Las escenas deben ser la que los personajes y la historia se merecen, no menos. ¿Cómo terminar una gran historia de amor, con miles de problemas y obstáculos con un..."Y entonces se besaron y se sintieron transportados al paraíso. Pasó lo que tenía que pasar..." Con justa razón el lector tirará tomates virtuales.
  • Quienes desatan su pasión y sus instintos son los personajes, no el escritor. Así que, fuera pruritos de "si lo lee mamá..."o  "¿qué dirán mis amigos?". Si uno no sabe distinguir entre la vida real y la ficción, vamos mal.
  • Se puede contar explícitamente algo sin caer en la grosería. Aún cuando el relato sea muy gráfico y las palabras muy directas, todo es cuestión de contextualizarlo adecuadamente. Las relaciones son el resultado de interacciones personales, de sentimientos, de comunión de almas. Incluso si relatan sexo pago, hay implícito pensamientos, instintos, pudores, resquemores, etc. Todos deben ser escritos para que no sea una mera descripción pornográfica.
  • Las imágenes tienen el poder de mostrar inmediatamente lo que queremos decir. Cuando leemos, tenemos que tener muchos más elementos para representarnos la escena en nuestra mente. Debemos, como escritores, hacer una concienzuda narración: locaciones, colores, olores, sonidos, gestos. Todo lo que sea necesario para que nuestro lector pueda armar su historia y representarla en su mente. Esto es lo que permite la conexión y el disfrute.
  • Lenguaje: se puede combinar lo directo y las metáforas. Las cosas por su nombre, que todas tienen más de uno además. Los diálogos también existen, que cuando se tiene sexo uno también habla, ¿o no?


En síntesis, algunos aspectos para considerar y que he dio aprendiendo. Espero aplicarlos enteramente para mejorar la experiencia de lectura de mis lectores.

¿Tú qué opinas? ¿Tienes preferencias cuando lees estas escenas? ¿Algún consejo?

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