Dicen que leer es una forma de viajar... Y yo creo realmente en esto. No solamente porque la mente se transporta a situaciones y espacios desconocidos (reales o no), sino porque cuando el autor logra involucrarnos con los sucesos y la geografía que dan vida a los personajes, la experiencia es completa.
Crear historias significa hacer nacer personas, familias, vínculos, sentimientos y acciones que transcurren en un lugar o varios, pero que deben ser adecuadamente presentados. Son el marco del espectáculo y a veces parte del mismo.
Siendo una lectora a veces apurada en mis primeros años, solía saltear hojas cuando aparecían morosas transcripciones casi de enciclopedia de geografía de paisajes. Hoy día he atemperado algo esa premura y trato de disfrutar el momento en que se produce la ubicación del espacio y sus particularidades. Siguen sin atraerme los interminables detalles que no agregan nada o simplemente están ahí por llenar páginas, pero dependiendo de la forma en que la trama se desarrolla, a veces es imprescindible una descripción completa del lugar.
Y desde que he incursionado en la escritura, he podido comprobar lo tedioso y difícil que puede ser a veces lograr una adecuada ambientación, que no sea sosa ni cansadora pero tampoco una reducción.
Entiendo por lugar no solo los rasgos geográficos y locativos: país, ciudad, calles, edificios, lugares de encuentro entre los personajes, sino especialmente la CULTURA a la que pertenecen. Se me dirá que la cultura no es un lugar, pero convengamos que el espacio es el contexto donde se crean las tradiciones, costumbres, formas de hacer de los pueblos. Esto los hace únicos y si bien yo no creo a pies juntillas en el determinismo geográfico, algo de eso hay.
Claramente hay que buscar e investigar mucho la ambientación que elegimos y esto me parece que es mas fácil en el presente gracias a las aplicaciones de Internet. Basta incluir en los buscadores los criterios de búsqueda (que conviene a veces afinar y variar para encontrar una amplia gama de posibilidades) y miles de opciones se despliegan. Imágenes, relatos, descripciones, ofertas, páginas oficiales y de las otras mostrando los lugares del mundo. ¡Qué decir de Google Street View, que te permite recorrer las ciudades y espacios como si estuvieras ahí, girando, viendo perspectivas! Youtube tiene mucho para aportar también.
Si nuestra descripción no va a ser contemporánea, como es lo que por ahora voy escribiendo, sino histórica, la tarea es aún mayor se me ocurre desde mi perfil de docente de la asignatura. Esto porque no solo los lugares eran diferentes (el espacio cambia por naturaleza y por acción humana) sino que la cultura también. Así sea que vamos a hablar del lugar donde vivimos, nuestros antepasados vivían con otras realidades y mentalidades, otros códigos que es menester revisar y estudiar con profundidad.
¿Te gustan las descripciones de lugares? Si escribes, ¿qué recursos usas?
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